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SL.AS-20. RUTA DEL CUETO DE ARBÁS 29-6-2008

INTRODUCCIÓN
En el concejo de Cangas del Narcea, en Asturias y justo en la linea fronteriza con León, se sitúa el Cueto de Arbás. Un pico, que con 2007mts de altitud es la mayor altura de la zona.
Forma parte de la reserva Natural parcial del Cueto de Arbás, dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias con muestras de modelado glaciar, zonas de turberas y pequeñas lagunas. Fácil y corta excursión, pero que al tener que salvar un desnivel nada despreciable dejará satisfecho a mas de uno.
La ruta comienza en el pequeño pueblo de Leitariegos, que da nombre al puerto y a la estación de esquí. Caminamos por pista y senda de montaña. Encontramos una fuente en el área recreativa además de la que hay en el inicio, en Leitariegos. En la excursión, al no haber bosques debemos de tenerlo en cuenta para evitar los días de mas calor.



DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Comenzamos en la misma población de Leitariegos, donde veremos un panel con el trazado de la ruta y los datos correspondientes a esta.


Subimos por la pista hormigonada que va en dirección a las pistas de esquí, con algunas representaciones de abedules y serbales de cazadores.



Poco a poco vamos adquiriendo altura y podremos ver bonitas vistas de Leitariegos y su entorno.


A los aproximadamente 1400mts recorridos, llegamos a la zona recreativa, donde podemos descansar unos momentos, refrescarnos en la fuente o instruirnos con los paneles de información sobre fauna y flora del lugar.



También desde aquí podemos acercarnos a las instalaciones de las pistas.



Una vez de vuelta al camino, pasamos por una valla de madera que impide el trafico de vehículos y nos conduce en unos 200mts, a la laguna de Arbás o del Puerto.


Una vez en ella, comienza una senda que sale por la izquierda y remonta la ladera entre pequeños brezos, enebros rastreros, arándanos y algunas gencianas, proporcionándonos bonitas perspectivas de la pequeña laguna y su entorno.





Seguimos subiendo para pasar por una pequeña pedriza y mas tarde divisar al fondo otra laguna, pero esta bastante mas pequeña.





Llegamos a un collado, el de la Fenetina o de la Gobia donde veremos un panel indicándonos el tiempo que falta y la dirección a seguir.



Hacemos caso del panel y seguimos por el cordal en suave ascenso hasta llegar al mismo vértice del Cueto de Arbás, con un vértice geodésico, una caseta y unas antenas.



Una amplia y bella panorámica se abre ante nosotros, aunque en nuestro caso las nieblas nos las privó, pero no por ello menos bellas y sorprendentes, solo fueron diferentes.





De vuelta por el mismo lugar, tenemos una pequeña alternativa si no queremos ir completamente por el mismo sitio.
Una vez llegamos al collado mas abajo y dispuestos a seguir por donde subimos, seguiremos una senda que claramente nos lleva hacia la derecha y sin pasar por la laguna, nos llevará hasta las pistas de esquí, donde a continuación conectaremos con la zona recreativa.



DATOS DE LA RUTA
Distancia:5,6km
Tiempo: 1h45' (ida y vuelta)




ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA
Nuestra primera ruta este año en la zona y ya de vacaciones. Hemos sorteado algunos problemas que hacían peligrar nuestro viaje que desde hace ya cinco años venimos haciendo para recorrer las montañas de la Cordillera Cantábrica y mezclarnos con sus gentes que desbordan amabilidad y hospitalidad, sin olvidarnos de su rica y contundente gastronomía. Dos de los compañeros habituales no pudieron evitar algunos de esos problemas y tuvieron que quedarse. Acostumbrados a pasar esos días juntos, no dejo de ser una cortada de royo que a menudo teníamos presente.
Bueno una vez superado el bajón nos dispusimos a realizar nuestra primera excursión. Amaneció despejado en nuestro albergue de Caboalles de Arriba (León), aunque daban nieblas en la parte Asturiana.
Efectívamente, una vez en Leitariegos vimos que las nieblas cubrían.... y como cubrían Asturias, un mar de nubes que se paraban a nuestros pies, justo por debajo de Leitariegos. Buena elección al elegir esta ruta porque vimos que de la parte Asturiana era casi la única zona que se libraba. Comenzamos con la fresca subiendo desde Leitariegos en dirección a las pistas de esquí. La pista hormigonada estaba destrozada por la acción de las nieves caídas en este invierno y en sus margenes podíamos contemplar algunas especies de pequeños árboles propios de estas tierras, como el Abedul y el Serbal de Cazadores.
En la laguna tuvimos unos momentos de dudas para seguir ya que no estaba muy clara su continuación.
Subimos por la izquierda de la laguna, para ir adquiriendo altura sobre esta, disfrutando de unas magníficas vistas con el manto blanco al fondo que no nos dejaba de sorprender. La senda se empinaba cada vez más pasando por unas pedrizas y surcando un tapiz de pequeños brezos, arándanos y enebros enanos. Llegamos al collado desde donde contemplamos la otra vertiente con algunas minas tan habituales en la zona. Seguimos por el cordal a buena altura hasta llegar al pico donde descansamos unos momentos para disfrutar del paisaje tan especial que contemplamos. Justo debajo de nosotros, donde la montaña hace un semicirculo (antiguo circo glaciar), pudimos ver a una pareja de Sarrios o Rebecos que se delataron al cruzar por la pedriza. Después de un buen rato dedicados a la simple contemplación, decidimos bajar para comer algo en la zona recreativa y después con la cabeza a la sombra de unas retamas, perder la consciencia por unos momentos.
De vuelta a Caboalles, junto al albergue está el centro del Urogallo construido con muy buen gusto y donde pasamos un agradable rato recorriendo sus salas y viendo un audiovisual del todo recomendable.

ALBERGUE

CENTRO DEL UROGALLO

Una sidriña y asistir a una partida de bolos muy particular, nos completó la tarde. Un día tranquilo para empezar, pero solo hasta la hora del partido de fútbol de la final de la copa de Europa, entre España y Alemania donde mezclados con algunos del pueblo y en el bar del albergue, tuvimos ocasión de sentir la adrenalina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Toda mi vida he disfrutado de las subidas a la montaña, esa sensación de estar elevado y contemplar el paisaje que me rodea y cambia en 360º, esos pueblos tan minúsculos debajo de mi y las nubes o niebla que tapa la llanura y tan solo deja asomar pequeñas cumbres marrones entre el blanco impoluto,¡qué gozada!. El Cueto fue la primera salida del viaje y pese a su altitud no fue dificultoso ni pesado, tal vez por la ilusión de ser la primera y sobre todo por el premio de gozar de aquel paisaje y la paz del silencio que lo adornaba. Tan solo la falta de gente que por una u otra razón no pudieron venir al viaje quitaba emoción al momento. Lo recomiendo si gustáis del paisaje con encanto.